¿Cómo funcionan los sensores de aparcamiento?
15 de enero de 2024
El aparcamiento es una de las maniobras que más problemas causa a los conductores.
Según la compañía Direct Seguros, un 30% de los españoles tiene dificultades para aparcar
En la actualidad, podemos disponer de sensores de aparcamiento incluidos en el equipamiento de nuestro coche o instalarlos en un taller autorizado.
¿Te has preguntado alguna vez cómo estos pequeños dispositivos pueden hacer que maniobrar tu vehículo en espacios reducidos sea tan fácil?
En este artículo analizaremos cómo funcionan los sensores de aparcamiento y cómo pueden convertirse en tu mejor aliado en cada maniobra. Desde Automobility Cassy, queremos contribuir a hacer tu experiencia de conducción lo más cómoda posible.
¿Qué es un sensor de aparcamiento?
Un sensor de aparcamiento es un dispositivo electrónico instalado en un vehículo que sirve para detectar la presencia de obstáculos alrededor del mismo durante las maniobras de estacionamiento.
Hoy en día, también existe la posibilidad de equipar el coche con un sistema más avanzado, que maniobra controlando de manera automática la dirección del volante y de los pedales, llegando incluso a aparcar de forma autónoma.
Pero centrémonos en estos sensores que ayudan a los conductores a aparcar con mayor seguridad y facilidad. Funcionan, principalmente, de tres maneras: mediante ultrasonidos, campos electromagnéticos o por medio de cámaras.
¿Cómo funcionan los sensores de aparcamiento?
La funcionalidad de los sensores de aparcamiento es sencilla. En general, estos dispositivos utilizan tecnologías de ultrasonido, radar o cámaras para detectar objetos cercanos al vehículo.
Cuando los sensores de aparcamiento detectan peligro con el obstáculo, alertan al conductor mediante avisos sonoros y/o visuales, aumentando su frecuencia conforme se acerca al obstáculo:
- Señal acústica: mediante avisos acústicos se comunica al conductor de la distancia que existe para alcanzar un objeto con el que chocaría de no detenerse a tiempo.
- Señal óptica: los sistemas ópticos muestran de forma visual la distancia a través de LEDs o gráficos en la pantalla del vehículo. Algunos vehículos incorporan una cámara trasera que muestra la ruta que seguiría el coche si se mantiene su trayectoria.
De esta manera, el conductor puede saber a qué distancia se encuentra de los obstáculos y maniobrar para ajustar su aparcamiento.
Tipos de sensores
Sensores de aparcamiento ultrasónico
Son los sensores más comunes. Son dispositivos inalámbricos que funcionan emitiendo ondas acústicas, indetectables para nuestro oído, que miden el tiempo que tarda en regresar el eco al rebotar con los objetos cercanos.
Pueden ir instalados en los paragolpes, bien incluidos en el equipamiento de fábrica, o bien posteriormente. Suelen contener de 4 a 8 pequeños círculos que se localizan al lado de los focos.
Cuantos más sensores tenga instalado el vehículo, mayor será la precisión del sonido o de las señales ópticas recibidas y, por tanto, más segura será la maniobra de estacionamiento.
Sensores de aparcamiento electromagnéticos o radar
Estos sensores emiten ondas electromagnéticas y son capaces de detectar la presencia de obstáculos, analizando la distancia que hay hasta ellos.
Este tipo de sensores también se instalan en los paragolpes, pero, a diferencia del ultrasónico, se trata de un único sensor y no es visible desde el exterior.
Sensores de cámara
Algunos vehículos utilizan cámaras, a menudo situadas en la parte trasera, que proporcionan una imagen en vivo de lo que hay detrás del coche.
Al mostrar la escena en directo en la pantalla del vehículo, ayuda al conductor a ver obstáculos que no son visibles en los espejos retrovisores.
Algunas cámaras de aparcamiento incluyen líneas guía superpuestas en la pantalla, que indican la trayectoria del vehículo y ayudan en el proceso de estacionamiento.
Ventajas e inconvenientes de los sensores de aparcamiento
Ventajas de los sensores de aparcamiento:
- Facilitan el aparcamiento del coche, sobre todo cuando no disponemos de mucho espacio, ya que nos ayuda a detectar objetos y nos proporcionan una suerte de visión de los ángulos muertos.
- Reduce las posibilidades de golpear el vehículo, o incluso dañar otros objetos cercanos como farolas, pivotes, columnas del parking, etc.
Inconvenientes de los sensores de aparcamiento:
- Los objetos planos o muy pequeños son difíciles de detectar por el sensor de aparcamiento.
- Si hay nieve, barro o suciedad acumulada en el sensor, pueden no cumplir al su función y no detectar correctamente la distancia entre el coche y los obstáculos circundantes.
Consejos de uso
- No confíes completamente en los sensores de aparcamiento para detectar todos los objetos mientras estaciones. Es probable que algunos objetos que se encuentren en el suelo no los capte.
- Asegúrate de que los sensores no se encuentran inhabilitados u obstruidos por factores externos.
- Si la instalación de los sensores en tu vehículo es posterior a su compra, asegúrate de hacerlo en un taller autorizado para ello. No solo obtendrás una garantía del producto, sino que te aseguras de que funcione correctamente y garantizarán tanto tu seguridad como la del vehículo.
- Mientras estés aparcando tu coche, vigila el entorno y no olvides de que, aunque se trata de una ayuda extra a la hora de maniobrar, la responsabilidad final de los daños que se puedan ocasionar es del conductor.
En conclusión, los sensores de aparcamiento representan una de las innovaciones tecnológicas más prácticas en la industria automovilística.
Su capacidad para facilitar el estacionamiento y aumentar la seguridad no solo beneficia a conductores con menor experiencia, sino que también es una ayuda en lugares donde el espacio es limitado y las maniobras son más complicadas
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